El tiroides puede ser
palpable, en personas delgadas, a cada lado de la traquea, como masa firme y
lisa que se eleva con los movimientos de deglución; en personas obesas o de
cuello corto quizás no se perciba.
Cuando se observa aumento
del volumen, hay que determinar su forma, extensión, consistencia y
vascularización. El examinador se coloca detrás del paciente y hace lo posible
para identificar la traque en busca de un posible desplazamiento de la misma.
Luego delinea el tiroide con los dedos para comparar los dos lados. La zona
nodular resulta fácil de describir. Para una valoración mas completa de cada
lado, se desplaza el músculo esternocleidomastoideo con una mano y se lleva a
cabo la palpación con la otra.
El examinador se coloca
en frente del paciente. Puede palpar los vasos del polo superior y estimar el
grado de vascularización colocando el pulgar debajo del borde anterior y otro
dedo detrás del borde posterior del músculo esternocleidomastoideo.
Lesiones del tiroides
Bocio: si el examen se
realiza en la forma descrita, resulta relativamente fácil describir la
hinchazón quistica difusa de un bocio coloide, el nódulo aislado duro de un
adenoma solitario, la glándula nodular irregular de un bocio adenotatoso, y la
hipertrofia vascular blanda de la enfermedad de graves basedow.
Hipertiroidismo: el signo
de hipertiroidismo que puede describirse en la propia glándula es el aumento de
vascularización. Son clásicos el thrill palpable y el soplo audible, pero solo
existe casos muy avanzado. La palpación de los vasos superior, puede sospechar
un aumento de flujo sanguíneo y constituye maniobra útil para vigilar la
involución de la glándula antes de la intervención.
Hay que tener cuidado, al
palpar y auscultar, de no confundir los signos transmitidos desde los vasos
carotideos, especialmente en pacientes hipertenso.
Los signos de
hipertiroidismo no se limitan al examen local. Tanto si la glándula es nodular,
parece normal o esta hipertrofiado de manera difusa, hay que vigilar los signos
oculares, el temblor, el calor, las manos húmedas, la piel fina con su
dermografismo y el pulso saltón con presión diferencial alta.
La exoftalmia es signo
eventual. Generalmente bilateral, puede ser mono lateral.
Signos oculares asociado
con exoftalmos
• Caída del parpado (signo de von
graefe). Cuando el paciente mira, hacia abajo, el parpado superior se retrasa
en el descenso: queda expuesta la esclerótica.
• Falta de convergencia (signo de
moebius) al intentar mirar un objeto cercano frente a los ojos, uno o ambos
globos oculares no convergen bien.
• Retracción del parpado superior (signo
de stellwag). El parpado superior esta retraído y con frecuencia se observan
contracciones espasmódicas del mismo cuando el paciente mira hacia arriba.
• Falta de fruncimiento de la frente
(signo de joffroy). Cuando el paciente intenta mirar hacia arriba, la piel de
la frente no se frunce.
Hipertiroidismo latente.
El hipertiroidismo ligero puede simular enfermedad cardiaca, anemia,
neurastenia o tuberculosis.
El paciente suele tener
piel fina, manos húmedas y calientes, se queja de fatiga, astenia o pérdida de
peso.
Condición que pueden
tener su origen en un tumor producto de hormonas o de un estimulo aumentado,
hay presentaciones clínicas sistémicas, presenta la triada de Graves Basedow
(Bocio que es endémico por falta de yodo, hipertiroidismo y exoftalmos).
Tiroiditis. Por examen
físico se pueden reconocer cuatro tipos diferentes.
Tiroiditis son benignas,
se clasifican en aguda, sub-agudas y crónicas (riedel y Hashimoto).
-Agudas (ocasionadas por
una infección bacteriana y es traducida como un absceso, dolor, disfagia, inicio
súbito, fiebre y escalofríos).
-Sub-agudas (es secundaria
a procesos respiratorios y no dejan secuelas).
-Crónicas (Riedel: tiene
aspecto leñoso, Hashimoto: aspecto de caucho).
Tiroiditis aguda
(bacteriana). La glándula tiroides es afectada raramente por una infección
bacteriana. Esta puede ser secundaria a inflamación de boca, amígdalas o
nódulos linfáticos cervicales.
Tiroiditis subaguda no
especifica. Este trastorno se observa con más frecuencia en mujeres que en
varones. El principio es súbito, con dolor de garganta, cuello y glándula tiroide.
La glándula esta aumentada de volumen, dura y muy dolorosa a la palpación,
sobre todo en las primeras etapas.
Bocio de Riedel. El
comienzo es insidioso; los primeros síntomas son comprensión traqueal
progresiva. La glándula esta substituida por tejido fibroso denso y duro, que
suele causar hipertrofia irregular. La consistencia de la glándula es tal que
el proceso no suele poderse distinguir de un cáncer.
Bocio de Hashimoto. El
primer síntoma suele ser la presencia de una masa en el cuello. La glándula
esta aumentada de tamaño en forma difusa, pero no uniformemente, y tiene
consistencia dura de caucho. Puede hacer sospechar un bocio adenomatoso
corriente, pero tiende a ser menos nodular. Son frecuentes los síntomas de
hipotiroidismo ligero. El trastorno puede ocurrir a cualquier edad, pero es más
común en mujeres de media edad. Se han demostrado en algunos pacientes
anticuerpos circulantes contra la tiroglobulina o antígeno de células
tiroideas. A veces puede ser difícil distinguir el bocio de Hashimoto del cáncer.
El padecimiento responde a menudo a la administración de hormonas tiroidea.
Pero puede requerir operación para aliviar los síntomas de presión o excluir el
cáncer. Debe evitarse la cirugía radical.
Cáncer del tiroides. La
única manifestación de un cáncer inicial puede ser un nódulo solitario. Como
diagnostico diferencial entre un quiste o adenoma benignos y una neoplasia
maligna resulta imposible, tales lesiones deben considerarse cancerosa mientras
no se demuestre lo contrario al operar.
En ocasiones el nódulo se
acompaña de metástasis manifiesta en los ganglios cervicales; esto hace
evidencia de neoplasia maligna.
El cáncer papilar y
folicular se manifiesta como un nódulo solitario de firme a duro. Este tipo de
nódulo suele ser indistinguible de un quiste o adenoma benignos.
El cáncer papilar es de
crecimiento lento. Puede afectar nódulos regionales, pero las metástasis
distantes son raras.
El carcinoma folicular
puede parecerse al carcinoma papilar en la exploración física, pero tiende a
dar metástasis por vía sanguínea.
El carcinoma medular se
caracteriza histológicamente por capas de células tumorales pleomorficas en un
estroma que se tiñe como amiloideo. Aunque el carcinoma nodular se parece
histológicamente al cáncer indiferenciado, biológicamente se parece al cáncer
papilar.
Tumor tiroides aberrantes
laterales. Los carcinomas pequeños del tiroides, de crecimiento lento,
especialmente los de tipo papilar, pueden producir metástasis de los ganglios
cervicales antes que exista ninguna anomalía del tiroides.
El cáncer indiferenciado
se caracteriza por glándula irregularmente nodular, de consistencia pétrea,
adhería a los tejidos subyacentes. La comprensión del esófago o de tráquea
puede dificultar la deglución o la respiración.
La ronquera por parálisis
del nervio recurrente es particularmente de cáncer.
Inicia como un nódulo
solitario, la glándula se pone dura y pétrea, ocasiona metástasis de los
ganglios cervicales, se presentan adherencias
de tejido subyacente, ocasiona ronquera(al cáncer llegar al N. laríngeo
recurrente que inerva a las cuerdas vocales ocasiona la misma), presenta
compresión del esófago (ocasiona disfagia) o compresión de la tráquea) ocasiona
tos y disnea).