Las glándulas salivales mayores son tres: parotida, submaxilar y
sublingual.
·
Glándula parótida: Normalmente no se ve ni puede
limitarse por palpación. Se puede identificar la abertura del conducto parótideo
o conducto de stenon como una pequeña elevación a nivel del segundo molar
superior, cuando esta inflamada o edematosa se puede ver inmediatamente.
Parotiditis: o inflamación de la
parotida, la glándula hipertrofiada constituye
una masa difusa por delante del oído, que se extiende hacia abajo y
atrás hasta el ángulo del maxilar. El conducto stenon aparece edematoso y
enrojecido cuando se separa la mucosa bucal mediante un depresor.
La glándula inflamada
puede delimitarse fácilmente por palpación también puede percibirse la posición
distal del conducto stenon introduciendo el dedo en la boca y palpando la
mejilla entre el índice y pulgar por encima del orificio del conducto.
Tumores pleomórficos benignos de la parótida: la glándula suele estar crecida difusamente, dura, no sensible y poco móvil.
Un tumor pleomórficos de la glándula parótida suele crecer lentamente, pero
muchos alcanzan un tamaño considerable. Aunque es raro que encontrar metástasis
distante o se comprometa el nervio facial, la lesión debe considerarse como
maligna. Es común observar recurrencias después de una extirpación
incorrecta y que sea progresivamente
invasoras, causando gran sufrimiento. El tumor no debe pelearse quirúrgicamente, sino extirparse en bloque
por excision total del lóbulo superficial de la glándula.
La lesión puede
confundirse con un quiste dermoide si en fase precoz está afectada la parte
superficial de la glándula.
Tumores pleomórficos malignos de la parótida: es de crecimiento rápido, doloroso, el cáncer a veces no puede
distinguirse de un tumor mixto, pero la fijeza y la dureza pétrea indican
carcinoma. La parálisis del séptimo del nervio facial constituye excelente
signo diagnóstico, ya que se observa en el cáncer y es rara en los tumores
pleomórfico.
Características de la parálisis facial:
·
Glándula submaxilar: Se halla situada por debajo de la rama horizontal de la mandíbula, puede percibirse como una masa ovoidea aplanada, lisa, móvil e indolora. Se
endurece y es más fácil de palpar en paciente con edad avanzada, pudiendo
confundirse con un tumor. El conducto de wharton se abre en la base de la
lengua a cada lado del frenillo. Si se
seca el suelo de la boca mediante una
torunda y se estimula la lengua con un poco de zumo de limón, puede verse salir
saliva por el conducto, si no se loga dicha salida por este medio indica
obstrucción. La glándula submaxilar
aumenta de volumen es fácil de delimitar por palpación. El examinador puede
colocarse por detrás del paciente y pasar sus dedos por debajo de la rama
maxilar, pero resulta más eficaz y da mayor información la palpación bimanual
con el dedo de una mano en el suelo de la boca
y la otra por debajo de la rama maxilar. Los tumores de la submaxilar son
menos frecuentes que los de la parótida pero cuando se afecta tiene mayor
incidencia de malignidad. Puede estar afectada por tuberculosis; en ocasiones
adenitis tuberculosa afecta a la glándula submaxilar, cálculos y tumores
metastásicos.
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